Un equipo internacional de investigación, co-liderado por el Dr. Ramón Hurtado-Guerrero (investigador ARAID del Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos – BIFI– de la Universidad de Zaragoza) y el Dr. Yoshiki Narimatsu (Universidad de Copenhague), ha descifrado la estructura y el mecanismo de una pieza fundamental que algunas bacterias utilizan para interactuar con nuestro organismo.
La protagonista es X409, un módulo de la proteína mucinasa StcE, presente en la peligrosa bacteria Escherichia coli EHEC. El estudio, publicado en la revista Nature Communications, muestra cómo esta proteína se une de manera selectiva a regiones muy concretas de las mucinas humanas, las proteínas que componen el moco protector de nuestro cuerpo.
Las mucinas recubren superficies como el intestino y las vías respiratorias, formando una capa resbaladiza que actúa como primera línea de defensa: atrapan microbios, los alimentan si son beneficiosos o los expulsan si son dañinos. Comprender cómo interactúan las bacterias con las mucinas es crucial para entender la salud y la enfermedad.
¿Qué es X409?
X409 funciona como un pequeño “módulo de anclaje” dentro de la mucinasa StcE. Esta enzima que secreta E. coli EHEC degrada las mucinas, facilitando la colonización intestinal durante una infección.
El equipo descubrió que X409 tiene una afinidad sorprendente por regiones densamente azucaradas de las mucinas, ya sea que los azúcares estén intactos, como en una persona sana, o recortados, como ocurre en ciertas enfermedades o durante el ataque de otras bacterias. Esta versatilidad lo convierte en una herramienta biotecnológica muy valiosa.
Hallazgo
Usando técnicas avanzadas como cristalografía de rayos X y resonancia magnética nuclear, los investigadores desvelaron tres secretos de este anclaje:
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Reconocimiento de un patrón específico: X409 no se une a cualquier azúcar. Detecta una secuencia concreta de aminoácidos en las mucinas (Serina-Treonina-Treonina-Treonina/Serina, STTT/S) decorada con azúcares, formando un “parche de sacáridos agrupados” que actúa como pista de aterrizaje.
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Flexibilidad estructural: La Serina inicial proporciona la flexibilidad necesaria para que el parche adopte la forma tridimensional que X409 puede reconocer.
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Anclaje inteligente y persistente: La proteína se fija con mayor fuerza si los azúcares están intactos, pero mantiene su unión incluso cuando otras bacterias degradan parcialmente la mucina, lo que le da a E. coli una ventaja para permanecer en la mucosa.
Importancia del descubrimiento
Este hallazgo abre nuevas posibilidades en medicina y biotecnología:
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Diseño de fármacos: Conocer el mecanismo de anclaje permite desarrollar moléculas que bloqueen la fijación de bacterias patógenas a nuestras mucosas.
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Herramientas de diagnóstico: X409 puede actuar como sonda molecular para detectar zonas densas en azúcares, que cambian en enfermedades como cáncer o inflamación intestinal.
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Terapias dirigidas y biosensores: La proteína podría emplearse para llevar fármacos específicamente a tejidos ricos en mucinas, como intestino o pulmones.
Este estudio representa un paso crucial para entender la interacción entre microbios y huésped y ofrece nuevas estrategias para combatir infecciones y mejorar diagnósticos.