El químico Scott Mitchell, investigador del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (INMA, CSIC–Universidad de Zaragoza), lidera un prometedor proyecto para desarrollar tecnologías capaces de capturar y descomponer microplásticos en el agua. Su trabajo, que combina química, biotecnología y ciencia de materiales, busca ofrecer soluciones eficaces y sostenibles frente a uno de los grandes desafíos medioambientales de nuestro tiempo.
La investigación se centra en el diseño de membranas funcionalizadas con moléculas específicas capaces de atrapar micro y nanoplásticos. Estas membranas, además, incorporan enzimas que descomponen los residuos plásticos, minimizando su impacto sobre el entorno. El objetivo es que puedan integrarse en sistemas de tratamiento de aguas potables o residuales, tanto a nivel urbano como industrial.
Este proyecto, que se encuentra en fase inicial, cuenta con el respaldo de la Unión Europea y la colaboración de centros de investigación internacionales. Una de sus prioridades, según explica Mitchell, es que las soluciones propuestas sean respetuosas con el medioambiente: “Es fundamental que nuestras tecnologías limpien más de lo que puedan contaminar”.
Los microplásticos están ya presentes en todos los ecosistemas, e incluso en el cuerpo humano, lo que refuerza la urgencia de avanzar hacia nuevas herramientas de mitigación. Aunque aún queda camino por recorrer para su aplicación comercial, la investigación desarrollada en Zaragoza representa un importante paso hacia una respuesta científica efectiva y responsable.
Scott Mitchell llegó a Zaragoza tras completar su doctorado y, desde entonces, ha desarrollado su carrera investigadora en el INMA. Su compromiso con la ciudad y su comunidad científica refuerza el papel de Aragón como referente en el ámbito de la investigación en nanociencia y sostenibilidad.